28 jun 2013

El incentivo de la brecha: Uno de cada tres dólares que traen los turistas desde el exterior se cambian en el mercado blue

Varios son los factores que auguran una menor entrada de dólares por parte del turismo receptivo. Por un lado, y según datos del Indec, la cantidad de turistas que entraron al país vía los accesos aeroportuarios en los últimos tres trimestres registraron una caída del 10%. Por otro, y en lo que los economistas referencias como un fenómeno que se corresponde con el “encarecimiento de la Argentina en dólares”, los turistas que llegan a estas tierras han gastado, en el mismo período, un 20% menos con respecto al período previo. Por ende la caída en el ingreso de dólares en el rubro viajes y turismo receptivo que promedió 40%, y que refleja el Indec, tiene en esos dos fenómenos una parte de su razón de ser. Sin embargo, para la gente de AMF Economía, los argumentos están incompletos. Un informe de la consultora demuestra que además de la menor cantidad de turistas y de una menor erogación, existe una razón igual de relevante para esperar, cada vez, menor ingreso de dólares: el mercado del dólar blue.

La brecha, hoy en 50%, entre el dólar oficial y el paralelo parece constituir suficiente atractivo para convencer a los turistas de muñirse con dinero en efectivo en lugar de utilizar las tarjetas de crédito. Así, quienes ingresan al país, prefieren cambiar sus dólares en el mercado informal. Si hicieran los consumos con los plásticos, la liquidación de las comprar realizadas aplicarían un tipo de cambio en $ 5,37 por dólar, más caro que los $ 8 que les asegura por estos días el mercado informal.

Una cuenta rápida demuestra que, de mantenerse la tendencia que operó en los últimos trimestres y extendiendo el cálculo hasta fines de junio de 2013, los ingresos de dólares en el mercado oficial de cambios por turismo ascenderían poco menos que a u$s 2.000 millones. Sin embargo, según AMF eso podría comparar con los u$s 1.300 millones que han dejado de llegar en los últimos 12 meses al mercado informal, de los cuales el 50% correspondería a las ventas realizadas en el mercado informal.

“A esta altura de los acontecimientos, no es novedoso que el cepo cambiario terminó lesionando la oferta de divisas. Con un objetivo explícito de racionar y disciplinar la demanda acorde a las cantidades disponibles para atenderla, el efecto no deseado de la medida resultó el impacto negativo sobre determinados rubros de la oferta”, explicó Andrés Mendez, titular de AMF.

Según el informe, los viajeros al país han afrontado un “encarecimiento relativo” de sus costos en la Argentina con relación a los vigentes en sus países de origen. “Por ejemplo, un turista español encontrará que sus gastos en nuestro país se han expandido casi 70% por encima de lo que aumentaron los de su país de origen si se toma como referencia al promedio del año 2007. Mejor suerte, tiene un turista brasileño que ‘sólo’ ha visto como la Argentina se encareció frente a Brasil en 47% tomando similares parámetros”, sostiene. Claro que estas restricciones que impone el desprenderse de las divisas al tipo de cambio oficial, se solucionan si acude a la informalidad. En este caso, un brasileño debería recibir $ 7,82 por dólar para estar en similares condiciones que en 2007 (un nivel asimilable a los que actualmente se transan en el blue), pero un español requerirá alrededor de $ 9 por dólar (o $¥11,70 por euro) para “salir hecho”. “A la inversa de los argentinos, que circulan por el mundo maximizando el uso de sus tarjetas. Crease o no”, señaló.

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