29 jul 2013

Temor a devaluación post-electoral impulsa ahora caída del crédito en dólares


El crédito en moneda extranjera ahora cae más rápido que los depósitos. Antes había cautela de los bancos. Hoy empresas prefieren llegar a las elecciones con deuda en pesos

El goteo de depósitos en dólares parece haber amainado, pero el stock de financiamiento en esa moneda no para de caer. Los préstamos en moneda extranjera caen casi u$s 910 millones en lo que va del año, y cerca de u$s 5.000 millones desde que se impuso el cepo cambiario, porque las empresas exportadoras no quieren quedar endeudadas en divisas en caso de que sobrevenga un shock cambiario después de las elecciones de octubre.
El crédito en moneda extranjera es un mercado casi exclusivo de las empresas exportadoras. Tras la salida de la convertibilidad, el stock de financiamiento en dólares se destinó prioritariamente a la prefinanciación de exportaciones para sortear el riesgo de descalce de monedas que el sector financiero sufrió en 2002. Desde entonces, la normativa fue clara: no más firmas endeudadas en dólares con ingresos en pesos.
El financiamiento a empresas rozó los u$s 8.300 millones en octubre de 2011 –su máximo histórico–, justo antes de la imposición del cepo cambiario. Las trabas cambiarias causaron que llegara a un techo cuando, por la masiva salida de depósitos en dólares que les siguieron, los propios bancos salieron a cortar el financiamiento en moneda extranjera.
Desde ese momento a esta parte los depósitos y préstamos en dólares fueron cayendo a velocidades distintas. Los depósitos del sector privado cayeron u$s 7.833 millones en ese lapso, mientras que el stock de préstamos a empresas (documentos) en esa moneda retrocedieron u$s 4.747 millones.
Pero esos ritmos diferentes se emparejaron en lo que va de este año. Mientras que la caída de los depósitos fue de u$s 1.031 millones desde el comienzo de 2013, la de financiaciones de exportaciones registró prácticamente a la misma velocidad, u$s 910 millones en el mismo plazo.
En los bancos, incluso, señalan que hoy por hoy el retroceso del crédito es mayor al de los depósitos. Por ejemplo, mientras que en las últimas semanas la fuga de depósitos promedió u$s 5 millones, las cancelaciones de préstamos en dólares por parte de empresas rondó los u$s 20 millones por día.
“Al principio del cepo fueron los bancos mismos los que cortaron con el financiamiento en dólares como medida preventiva ante la caída de los depósitos. Ahora, son las propias empresas las que ven la posibilidad de un cambio importante en la política cambiaria después de octubre y prefieren estar en pesos”, dijo un operador de una mesa bancaria.
El economista Alejandro Banzas, titular del Reporte Económico, hace un análisis similar. “Las exportadoras están pasándose a pesos, porque no están dispuestas a asumir el riesgo cambiario que se volvió muy fuerte desde que empezó el cepo. El costo que pagan por esto es un financiamiento mucho más caro que el que obtenían en dólares, pero lo asumen para no arriesgarse a quedar endeudadas en dólares en caso de un desdoblamiento o devaluación brusca”, dijo.
“No es sólo el riesgo, también la posibilidad de una ganancia. En caso de un salto del tipo de cambio, estar endeudado en peso y mantener ingresos en dólares es una apuesta”, completó Banzas.

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