En mayo la bolsa porteña descendió 9,2% mientras que junio lo cerró con una caída de 14,7%, convirtiéndose en el peor mes del año. De está forma en sólo 60 días se borraron prácticamente la totalidad de las ganancias acumuladas hasta abril de 34,7% y actualmente quedaron en 4,3%.
Luego de que el 7 de mayo el equipo económico anunció el lanzamiento de un blanqueo de capitales el blue tocó el máximo histórico de $ 10,45 desencadenando el comienzo de una fuerte embestida del Gobierno para bajar el precio. La medida consistió básicamente en que organismos oficiales que poseen títulos públicos y acciones salieran a venderlas para que baje el precio del contado con liquidación e indirectamente impacte en la cotización del blue. El resultado se ajustó, por el momento, a lo esperado en el mercado cambiario pero golpeó a la plaza bursátil.
"Las ventas masivas de acciones en la bolsa porteña provocó que muchos inversores decidieran desprenderse de algunos activos, lo que contribuyó a que la caída del Merval se profundizara", sostuvo Adrián Mayoral de Mayoral Bursátil en diálogo con ámbito.com.
En este sentido el analista indicó que "de no haberse concretado el desprendimiento de títulos la pérdida de ganancias acumuladas en el año hubiese sido mucho menor".
"Es una jugada, que en la city algunos la consideran riesgosa debido a que los entes oficiales se quedaron sin muchas de sus tenencias que antes le otorgaban divisas. De todos modos si la implementación de los CEDIN es exitosa, valdrá la pena", sostuvo Horacio Corneille de la sociedad de bolsa que lleva su mismo nombre.
En tanto, otro factor que agrega dudas en el mercado es la decisión aún pendiente de la Cámara de apelaciones de Nueva York sobre la propuesta del Gobierno argentino al reclamo de fondos buitre.
"El mercado ya descontó en parte un fallo negativo de la justicia estadounidense, pero de todos modos lo que prevalece es la incertidumbre", agregó Mayoral. En la misma línea Corneille resaltó que "a percepción es que el fallo no va a ser bueno para la Argentina",
El contexto internacional tampoco ayudó al Merval en estos dos últimos meses. El pasado 20 de junio la Reserva Federal de Estados Unidos le puso fecha de vencimiento a los estímulos al anunciar que espera desacelerar el ritmo de compras de bonos más adelante en el año y finalizar el programa alrededor de mediados del 2014. El mal humor de las principales plazas bursátiles del mundo no se hicieron esperar y el panel líder no fue la excepción.
La preocupación de los países emergentes se centra en que si la Fed recorta la inyección de dinero, eso aún dificultaría más la llegada de dólares. En Brasil, el anuncio despertó señales de alerta sobre el posible impacto en su economía y Argentina no está ajena a lo que suceda con su principal socio comercial.
"La reacción de los inversores en el corto plazo fue meramente negativa pero habrá que ver como se acomoda el mercado en el mediano plazo", resaltó Mayoral. La decisión no es fácil de digerir. Los mercados emergentes que en su momento fueron beneficiados por las bajas tasas de interés y los precios de los commodities altos, ahora ven amenazado su futuro en estos puntos.
El Bovespa es uno de los índices bursátiles regionales con mayor pérdida acumulada con un 23% seguida por México con un 11%. Distinta es la realidad del Dow Jones que mejora 14% y el Nikkei de Tokio con un 23%.
A todo esto los analistas no esperan un mejor segundo semestre, aunque resaltan que todo dependerá de cómo evolucionen las economías de EEUU y China. "La primera mostró señales de mejoría pero hay que ser cautos debido a que depende de la solidez con la que avancen la Fed cumplirá o no con lo anunciado", dijo Corneille.
Mientras tanto, de apoco, las miradas comienzan dirigirse con preocupación al continente asiático en donde el temor por una crisis de liquidez en China derrumbó a las principales acciones a su nivel más bajo en casi cuatro años y medio.
El Banco Central chino viene drenando liquidez del sistema con el objetivo de cortar la financiación del sistema bancario a la sombra y reducir los flujos monetarios especulativos, dirigidos principalmente al sector inmobiliario.
El primer semestre será un período que muchos inversores querrán olvidar pero aún tienen seis meses de revancha para volver a la senda alcista. El resultado del blanqueo y el funcionamiento de los CEDIN será una de las claves para ver si baja la presión sobre el blue y de está forma la Anses cede en su postura vendedora de acciones.
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