Consultores privados redujeron la estimación por el aumento del déficit de la balanza energética. Quejas de empresarios por la falta de insumos para la producción
La tibia performance del comercio exterior durante los primeros cuatro meses del año sumada a la cada vez mayor necesidad de importar energía están motivando a muchos analistas a corregir a la baja las estimaciones de superávit comercial que el Gobierno fijó, con gran optimismo, en u$s 13.325 millones. Frente a un escenario gris en materia de exportaciones, algunas consultoras económicas prevén que el resultado se ubicaría por debajo de los u$s 9.000 millones, panorama que preocupa en gran medida al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien ya puso un pie en el freno en materia de autorización de importaciones y podría endurecer las restricciones aún más en lo que resta del año.
En el estudio Broda, la última actualización del saldo comercial del 2013 estima que será de apenas u$s 8.000 millones, frente a los u$s 12.690 millones del año previo. José Luis Espert, FIEL y Econométrica también esperan un resultado menor a u$s 10.000 millones.
La balanza del primer cuatrimestre mostró un saldo favorable de u$s 2.461 millones, que representó una caída del 44% respecto de la cifra obtenida en el mismo lapso del 2012. Esta merma no sólo obedece a un brusco freno en las ventas al exterior, que apenas crecieron 2% en el período, sino también a un crecimiento del 11% en las importaciones basado fundamentalmente en la suba exponencial de las compras de energía. En Broda proyectan un déficit de la balanza energética de u$s 8.000 millones. En el estudio M&S coinciden en esperar un rojo mayor a u$s 7000 millones.
Según un documento del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el sector pasó de ser un aportante neto de dólares a la economía a un demandante neto. El mayor aporte de divisas fue realizado en el 2006 con u$s 6.081 millones y la mayor demanda la haría este año con u$s 9.200 millones, de acuerdo con el instituto. Entre enero y abril, el saldo energético fue negativo en u$s 1.579 millones.
Frente a este escenario, imposible de remediar ante el contexto energético local, la única herramienta que tiene el Gobierno para mantener una balanza superavitaria, como mínimo, de u$s 10.000 millones, es el control del resto de las compras al exterior mediante las declaraciones anticipadas juradas de importación (DJAI).
Según denunciaron esta semana empresarios cordobeses, las trabas a las importaciones de insumos y componentes esenciales para las industrias impactan de manera directa en la pérdida de competitividad. Un comunicado conjunto de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (Cimcc) y la Unión Industrial de Córdoba (UIC) mostró que si bien valoran la intención de defender la industria nacional, advierten que la política de restricción de importaciones de bienes no fabricados localmente, está afectando las condiciones de producción y el normal desarrollo comercial.
Consultado al respecto, el gerente de la Cámara de Importaciones de la Argentina (CIRA), Miguel Ponce, afirmó que están previendo un año muy duro en términos de comercio exterior.
Según repasó, hay muchos sectores con problemas de abastecimiento de insumos, como por ejemplo la industria óptica para ingresar lentes especiales; la construcción con muchos bienes para terminar una vivienda, desde lámparas hasta hidromasajes; la industria forestal con dificultades para ingresar motosierras y repuestos y el sector alimenticio con problemas con muchos aditivos y conservantes, entre otros.
En un claro mensaje a Moreno, Ponce se quejó ante el incumplimiento de la promesa realizada hacia fin de año sobre el ritmo de autorización de las DJAI. Nos dijeron que sería similar al último cuatrimestre del 2012 y están mucho más duros, precisó. No hay que llorar por un superávit comercial más bajo, consideró el directivo.
Consultado al respecto, el gerente de la Cámara de Importaciones de la Argentina (CIRA), Miguel Ponce, afirmó que están previendo un año muy duro en términos de comercio exterior.
Según repasó, hay muchos sectores con problemas de abastecimiento de insumos, como por ejemplo la industria óptica para ingresar lentes especiales; la construcción con muchos bienes para terminar una vivienda, desde lámparas hasta hidromasajes; la industria forestal con dificultades para ingresar motosierras y repuestos y el sector alimenticio con problemas con muchos aditivos y conservantes, entre otros.
En un claro mensaje a Moreno, Ponce se quejó ante el incumplimiento de la promesa realizada hacia fin de año sobre el ritmo de autorización de las DJAI. Nos dijeron que sería similar al último cuatrimestre del 2012 y están mucho más duros, precisó. No hay que llorar por un superávit comercial más bajo, consideró el directivo.
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