6 jun 2013

México avanza hacia un acuerdode libre comercio con Brasil


Tradicionalmente en competencia por liderar la economía regional, ambos países están ante una nueva oportunidad de concretar un tratado comercial. Esta vez, la misión está en manos del sector privado. Los retos son vencer la desconfianza y superar los estereotipos.

La primera vez que México y Brasil intentaron firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) fue en 1997. Tocó a los cancilleres Luiz Felipe Palmeira, por Brasil, y José Ángel Gurría, por México, construir los puentes comerciales y de entendimiento entre ambas naciones. No tuvieron éxito.
Dieciséis años después, el desconocimiento y la desconfianza se plantean como los principales retos para los nuevos impulsores de un acuerdo comercial: el brasileño Antonio de Aguiar Patriota y el mexicano José Antonio Meade.
Esta vez la estrategia es distinta: son los empresarios quienes están a la vanguardia en la preparación de un tratado entre los países más importantes e influyentes de América Latina.
Es tiempo de hacer que nuestros empresarios se co-nozcan. Las gran-des multinacionales de los dos países se conocen muy bien, tienen inversiones fantásticas en ambos países, pero hay mucho que hacer con los empresarios para que se entiendan, para que se junten”, dice el embajador de Brasil en México, Marcos Raposo Lopes.
Explicó que “el Acuerdo de Integración Económica, que sería al final un “TLC grande”, es algo que, en este momento por decisión de los presidentes y de los cancilleres, está en las manos de los empresarios”.
La Secretaría de Economía de México informó, a principios de mayo, que se estableció un Grupo de Alto Nivel Empresarial de Brasil y México para conocer las necesidades, los intereses y las posiciones de cada uno de los sectores económicos involucrados.
Miguel Ruiz Luna, presidente de la Cámara de Comercio México-Brasil (Camebra), dijo que este grupo de Alto Nivel, que se ha mencionado en esta y otras negociaciones, tiene un papel significativo: “Reunir a los capitanes de las empresas más representativas a interactuar con la parte brasileña”.
A decir de Ruiz Luna, tener a los empresarios a la vanguardia para la eventual definición de un tratado comercial es “un esquema que se ha manejado desde hace muchos años”.
Para el Embajador de Brasil en México, “si obtenemos lo que pensamos que vamos a obtener (después de las conversaciones) puede ser que el acuerdo se logre rápido, pero lo vamos a hacer con base en escuchar a los interesados”.
Ruiz Luna, de la Camebra, advirtió que el acuerdo comercial deberá darse en el primer semestre del 2014, pues de no ser así se tendrán que enfrentar a una “desincronización de tiempos políticos”. Brasil tendrá elecciones presidenciales el 5 de octubre del 2014 y, aunque las encuestas favorecen a la actual mandataria, Dilma Rousseff, para lograr la reelección, existen candidatos muy fuertes que podrían dar una sorpresa en las elecciones.
Otra razón para impulsar un acuerdo de cooperación en el primer semestre del 2014 es el Mundial de futbol, afirmó Ruiz Luna, quien también preside la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación de México (Canacintra).
“El Mundial (que se celebrará del 12 de junio al 13 de julio) puede ser una enorme distracción. Primero porque hay un gran interés de Brasil de que sea exitoso en el sentido deportivo y porque es una plataforma de proyección del país y de atracción de inversiones", explicó Miguel Ruiz.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, Gerardo Gutiérrez Candiani, dijo desconocer si ya se conformó un grupo especial para arrancar las negociaciones con Brasil. Para el líder cupular, no existe un buen ambiente para llevar a cabo esta relación bilateral.
La postura de la Iniciativa Privada de México es firme: "No al Tratado de Libre Comercio con Brasil", debido a las condiciones desleales de esa nación sudamericana, ya que el hecho más reciente fue que durante el 2012 Brasil decidió cancelar el Acuerdo de Complementación Económica 55 con México en materia automotriz, tras detectar que eran deficitarios en envíos de autos.
La posición histórica del CCE es el rechazo total al acuerdo comercial con Brasil por las excesivas barreras no arancelarias que imponen a las importaciones; además de que persiste incertidumbre por las acciones proteccionistas que Brasil ha mantenido en los últimos años.
Puentes de entendimiento
El diplomático brasileño tiene claro que el más grande problema que enfrentan ambos países es que no se conocen. “No tenemos idea de cómo somos y somos mucho más parecidos de lo que pensamos”, dijo Raposo Lopes.
“Cuando uno le pregunta a un brasileño cómo es un mexicano, éste responde que es una persona que usa un sombrero enorme, duerme 90% del tiempo, no hace nada y está en un lugar con mucho polvo. Cuando uno le pregunta a un mexicano cuál es su idea de un brasileño se imagina a un señor en la playa, que duerme 90% del tiempo, baila zamba, juega mucho futbol y ni eso lo hace tan bien", destacó Raposo Lopes. Para el diplomático, el problema más grande a resolver es ”que nos conozcamos mejor, que nos aproximemos más mexicanos y brasileños y se dejen a un lado los estereotipos".
En el 2012, México y Brasil alcanzaron cifra récord de comercio bilateral, al sumar 10,151 millones de dólares en el flujo entre ambas naciones. México logró una balanza superavitaria de 1,163 millones de dólares, de acuerdo con el Banco de México.
Principalmente, México vende a Brasil automóviles (44% de las exportaciones a ese país), ácido tereftálico y sus sales (8%) y plata en bruto (2 por ciento).
El sector automotriz es una de las partes que está en favor del acuerdo comercial con Brasil, afirmó el Presidente de la Camebra. Empresas del ”sector químico y petroquímico, que también participan muy activamente", ven oportunidades de crecimiento con un tratado comercial.
Miguel Ruiz Luna detalló que el sector agropecuario y el energético, más vinculados al tema de petróleo, son sectores en donde México tiene más limitantes que Brasil, porque éste tiene potencial y tecnología que han desarrollado y son de especial interés para el país sudamericano.
En ambos temas “creemos que si se da un acuerdo comercial, éste presentará excepciones en ambos sectores o serán integradas bajo una modalidad más selectiva”.
A pesar del récord del 2012, el Embajador consideró que se puede alcanzar más: “Llegamos a 10,000 millones de dólares de comercio bilateral que, para el tamaño de las dos economías, es ridículo... y además de dos economías en el mismo continente”.
Brasil, en el 2012, exportó productos por 242,580 millones de dólares, mientras que México logró mandar al mundo 370,915 millones. Del total de exportaciones de Brasil, México apenas recibió 1.85%, mientras que Brasil recibió 1.52% de México.
La relación comercial entre México y Estados Unidos es muy distinta, ya que las exportaciones mexicanas a ese país fueron 277,653 millones de dólares, lo que representó 74.8% del total de exportaciones de México

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